Quiero continuar con la última entrada un poco más ...
Se necesita gente que viva el cambio de paradigma no como algo pesado o imposible, sino gente con ganas de crear la escuela que se necesita. Algunos se resisten al cambio; todos tenemos una zona de confort y es lícito y respetable que muchos no estén preparados para salir de ella. Sin embargo, la gente que crea simplemente no se detiene porque otros no quieran o no puedan, sino que continúa haciendo sabiendo que con ello ayudan a construir aquello en lo que creen y sueñan; no ven obstáculos sino oportunidades. Esa gente es capaz de contagiar a otros, no a través de las palabras, sino a través de la alegría que emana de lo que hacen. Es gente feliz. ¿Quién no quiere rodearse de gente feliz? Nadie puede robarte la felicidad. La felicidad es una actitud, no algo material, y, nadie tiene poder sobre la actitud de nadie. Sólo tú puedes poner eso como excusa.
Todos tenemos nuestros días. Querido lector, estos días no se definen porque algún día no sea como esperamos. Nuestros días se definen por las ganas que le ponemos a superarnos y a ser felices aun en medio de una tormenta. Nuestros días se definen por los sueños que perseguimos.
Y tú, ¿te atreves a soñar?
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