A veces escribes una carta y la acabas y la firmas y la mandas...y entonces resulta que un día te viene de vuelta y vuelves a escribir el final. Esto ha pasado con esta
carta.
Leo la carta y pienso que puedo continuarla, no estaba acabada.
Seguí escuchándote y escuchándome y resulta que ya no me llamas por teléfono. Ahora me buscas y allí estoy. Ahora te busco y te observo de lejos y si quiero me acerco y te doy un beso. Cuando nos cruzamos me dices: ¡Hola mami! Y sigues a lo tuyo y yo a lo mío y nos dedicamos tremendas sonrisas.
Los sueños los cumplimos. Y resulta que a veces los cumplimos doble o triple...o infinitamente.
Acababa la carta agradeciendo a las acompañantes porque nos sostenían cada día en nuestra separación. Ahora me voy a dar las gracias a mi misma. Porque me sostengo y porque puedo sostenerte y porque me cumplo los sueños que me pido. ❤❤
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