La vuelta al cole puede ser para algunos niños ( y padres ) un proceso difícil. Después de haber estado todo el verano juntos algunos padres e hijos están deseando volver a la rutina tras las vacaciones. Para otros, todo tiempo juntos es poco.
Una estampa habitual estos días a las entradas de los colegios es la de los niños llorando desconsoladamente mientras se aferran a la mano de su mamá o papá porque no quieren separarse de ellos para ir al cole. Se oyen frases del tipo: ¡ya se le pasará !; es que tiene mamitis; no pasa nada después verás a mamá/papá; no hay que darle tanta importancia; si le hago caso seguirá llorando...
Poco habitual es escuchar: ¿estás triste?; puedes estar triste, es normal sentirse triste cuando uno se separa de alguien con quien estarías todo el día; yo también me siento triste cuando no estoy con mi hijo; ¿quieres que llamemos a mamá para que hables con ella?; mamá, ¿tienes un rato y nos acompañas a la clase un ratito?, necesitas estar con mamá/ papá...
A los adultos se nos ha olvidado que los niños tienen sus propias preocupaciones y necesidades, que tienen derecho a decidir sobre los asuntos del día día que les conciernen, que yo no soy nadie para juzgar el dolor ajeno, que cuando no nos sentimos escuchados nos frustramos más aún y nuestros niveles de cortisol aumentan afectando a nuestro sistema inmunológico, que a ellos nadie les preguntó si querían venir a este mundo a pesar de que su papá y su mamá los dejarían con otros adultos para ir a trabajar, que el llanto nos ayuda a liberar estrés, que para aprender lo más importante es sentirse emocionalmente bien, relajado, seguro...
Según Wikipedia, la empatía es la capacidad cognitiva de percibir, en un contexto común, lo que otro individuo puede sentir. No puedo evitar hacerme estas preguntas: ¿será que a muchos adultos durante la vuelta al cole nos falta empatía porque nadie nos consoló de niños?; ¿será que cada mañana me cuesta tanto separarme de mi hijo para ir a trabajar que entiendo que para ellos también sea difícil?; ¿será que cuando estoy llorando y nadie se me acerca y me dice palabras de consuelo o me da la mano y me acaricia me siento tan sola que quisiera desaparecer para no sentirme mal ?
¿Vuelta al cole? ¡Ración extra de empatía, por favor!
(Imagen tomada de la página Comunicación no violenta CNV Argentina en Facebook. Desconozco su autor.)
Nayra, me ha encantado!, te doy toda la razón
ResponderEliminarCuanta falta hace más sentido común y más empatía. De padres y de educadores. Gracias!
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